jueves, 15 de noviembre de 2012


"LA EDUCACIÓN EN EL HOGAR"

  

 Este título"educación en el hogar" puede llevar a confusión.
Podemos hablar de educación cultural en el hogar, esto es, lo mismo que los niños/as aprenden en el colegio pero en casa y educación moral, que es en torno a qué giran sus vidas.

Nosotros nos centraremos en la educación moral, base de todas las demás.

"El cerebro humano está, al principio, más desorganizado que el de cualquier otra especie. Esto significa que faltan por establecerse la mayor parte de las conexiones, que serán vitales para el desarrollo. Esto implica un desarrollo mucho más flexible".(Libro Psic. desarrollo- S.Mariscal, M.Giménez-Dasí, N.Carriedo y A.Corral)
Gracias a este fenómeno es que podemos enseñar a los bebés principios que se les grabarán para siempre, amor, cariño, honradez, fidelidad, humildad...
 
Quiero que leamos con atención  un fragmento de uno de los libros que ha escrito el Doctor James C. Dobson"Criemos niños seguros de sí mismos", dice así:

 

 
"Su madre fue una mujer corpulenta y dominante, a la cual le resultaba difícil amar a nadie.Se había casado tres veces y su segundo esposo se divorció de ella porque lo golpeaba regularmente. El padre del niño que estoy describiendo fue su tercer esposo, quien murió de un ataque cardíaco pocos meses antes de que él naciera.
Como resultado de su muerte, su madre se vio obligada a trabajar largas horas desde que era muy pequeño. Durante esos primero años ella no le brindó ningún afecto, ni amor, jamás lo disciplinó y tampoco le impartió instrucción alguna.Hasta llegó a prohibirle que le llamara por teléfono a su trabajo.
Los demás niños tenían muy poco que ver con él, así que estaba sólo casi todo el tiempo.Se vio totalmente rechazado desde los primeros años de su infancia. Era feo, pobre, falto de preparación y desagradable. A los trece años de edad un psicólogo, de la escuela a la que asistía, comentó que probablemente ni siquiera conocía el significado de la palabra amor.
 
Durante su adolescencia peleaba con los muchachos y las muchachas no querían tener nada que ver con él(...) Abandonó los estudios a los 17 años. Pensó que tal vez lo aceptarían en la Infantería de Marina; se decía que en aquel lugar hacían hombres y él quería ser uno. Pero sus problemas lo acompañaron.Los demás infantes de marina se reían de él y lo ridiculizaban. Su reacción era pelear y resistir la autoridad de sus superiores. Finalmente terminó siendo expulsado deshonrosamente de la Infantería de Marina.
 
Así que esta era la condición en que se encontraba: un joven de unos veinte años, sin ningún amigo y hecho una verdadera ruina. Era muy flaco y bajo de estatura. Tenía la voz chillona, como la de un adolescente. Estaba quedándose calvo. No tenía talentos ni habilidades, ni sentido alguno de valor propio.
 
Una vez más pensó que podía huir de sus problemas, así que se fue a vivir a otro país. Pero también allí lo rechazaron. Nada había cambiado. Mientras estaba allí se casó con una muchacha que era hija ilegítima, a la cual llevó con él de regreso a los EEUU. Muy pronto ella comenzó a sentir, como todo el mundo, el mismo desprecio hacia él. Le dio dos hijos, pero jamás disfrutó de la posición y el respeto que un padre debe tener. Su matrimonio continuó derrumbándose. Su esposa exigía cada vez más cosas que él no podía darle. En vez de ser su aliada contra un mundo feroz, como esperaba que lo fuera, se convirtió en su enemiga más cruel. Ella podía ganarle en cualquier pelea y aprendió a abusar de él. En una ocasión lo encerró con llave en el baño como castigo. Finalmente lo echó de casa.
 
Él trató de arreglárselas por su cuenta, pero se sentía terriblemente solo. Después de varios días de soledad volvió al hogar y literalmente le rogó a ella que lo aceptara de nuevo. Se despojó de todo su orgullo. Se arrastró, se humilló delante de ella y se sometió a sus condiciones. A pesar de su escaso salario, le dio setenta y ocho dólares como regalo pidiéndole que los aceptara y los gastara en lo que quisiera. Pero ella se rió de él. Le dio poca importancia a sus débiles esfuerzos para suplir las necesidades de su familia. Lo ridiculizó por sus fracasos. Se burló de su impotencia sexual delante de un amigo de él. En una ocasión, cayó de rodillas y lloró amargamente, mientras quedaba envuelto en la enorme oscuridad de la pesadilla que era su propia vida.
Finalmente, en silencio, dejó de rogar. Nadie lo quería. Nadie lo había querido jamás. Posiblemente era el hombre más rechazado de nuestro tiempo. !Su ego estaba hecho pedazos¡
 
Al día siguiente era un hombre diferente. Se levantó, fue al garaje y tomó un rifle que tenía escondido allí. Y desde una ventana en el sexto piso del edificio, el 22 de noviembre de 1963 poco después del mediodía, disparó dos veces a la cabeza del presidente John Fitzgerald Kennedy.
Lee Harvey Oswald, el rechazado y desagradable fracasado, mató al hombre que, más que ninguno otro en la tierra, personificaba todo éxito, la belleza, la riqueza y el amor familiar, que a él le faltaban."
 
 
 
Por supuesto los problemas personales de Harvey Oswald no justificaban su comportamiento violento y yo no intentaría absolverlo de su responsabilidad y culpa. Pero una comprensión de su tormento y confusión nos lleva a verlo no solo como un cruel asesino, sino también como el hombre lamentablemente quebrantedo que era.
 

¿Quién iba a decir que este bebé tan tierno y pequeñito acabaría asesinando al presidente John Kennedy?
Bien, quiero que se nos grabe en la cabeza que los padres tienen en sus manos el futuro de sus hijos. ¿A caso creemos que el futuro de Harvey Oswald ya estaba predeterminado desde su nacimiento? NO y rotundamente no. Su futuro habría sido muy diferente teniendo unos padres unidos que le hubiesen dado amor y enseñado qué es lo correcto, que le hubiesen dado aceptación y corrección.

Cuando Un bebé llega a tu hogar muéstrale el gozo que es tenerlo contigo, enséñale, ámale. Como dice la siguiente canción no merecemos tenerlos. Coge la responsabilidad de criarlos y nunca te canses de encaminarlos. Sé consciente del regalo que Dios te ha dado con esa vida...

Canción "abraza a tu hijo" Miguel Angel Guerra

 

 

 

6 comentarios:

  1. Muchos saludos.
    Es fundamental que los niños/as aprendan de los padres. Porque en casoc con, se limitarán a copiar los estereotipos que les ofece la sociedad.

    ResponderEliminar
  2. Lo primero gracias por tu comentario,

    En efecto, un padre/madre tiene que ser el ejemplo por excelencia de sus hijos. Si quiere que sus hijos aprendan algo, son ellos los primeros que deben vivirlo para que el niño tome ejemplo y también lo viva.

    ResponderEliminar
  3. Hola Raquel:
    Desde luego somos los padres los que tenemos mayor responsabilidad pues al fín y al cabo somos nosotros los que decidimos traer al mundo a nuestros pequeños pero también la sociedad y las personas con las que se encuentre a lo largo de su vida acabarán influyendo en su personalidad y en sus decisiones. En ocasiones cuando una no funciona la otra te puede llegar a cubrir tus carencias.
    Oswaldo no tuvo esa oportunidad y por eso acabó como acabó.
    Por cierto si pusieras el gadget de seguidores te seguiría.
    Un saludo y suerte.

    ResponderEliminar
  4. Hola Raquel. Me impacta muchísimo esta historia. Creo que los padres tienen una gran responsabilidad. Ya sigo tu blog, y creo que estás haciendo un gran trabajo. Gracias!!

    ResponderEliminar
  5. Gracias, por vuestros comentarios.
    La verdad es que es muy triste cuando la sociedad tiene que suplir las carencias que en el hogar escasean, no debería ser así, pero lamentablemente sucede. Deberíamos evitarlo a toda costa ya que la sociedad tiene unos valores que, personalmente, yo no transmitiría a mis hijos. Como explico en las últimas dos entradas.
    Un saludo a todos.

    ResponderEliminar
  6. Estoy de acuerdo en la importancia de los padres en la enseñanza. Me ha gustado mucho como has tratado el tema. Me voy a hacer seguidora tuya.

    Un saludo

    ResponderEliminar