viernes, 23 de noviembre de 2012

EL VALOR POR EXCELENCIA
 
 
Habiendo rechazado el atractivo físico, la inteligencia y otros valores de nuestra sociedad. debemos decidir qué ocupará el lugar de estos. ¿Has examinado cuidadosamente los valores que les estás inculcando a tus hijos? ¿Estás siguiendo un plan bien delineado para beneficio de ellos, inculcándoles actitudes y conceptos que son dignos de su dedicación?
 
La responsabilidad que los padres tienen de instruir a sus hijos es demasiado importante, para realizarla a la ligera.
El valor por excelencia que se les debe inculcar a los hijos es la HUMILDAD.
 
El ego humano es un dictador cruel. Cuando se siente insatisfecho, como le ocurrió a Lee Harvey Oswald y a otros muchos de sus contemporáneos, puede paralizar a su víctima, destruyendo hasta el último vestigio de confianza e iniciativa.
Y por otra parte, cuando se le mima, su sed y su avivez se vuelven más insaciables.
Por ejemplo, típicamente los famosos generales de distintos ejércitos, después de haber recibido honores y alabanzas de millones de soldados y civiles, no se volvieron más humildes al haber aumentado su fama y su poder. Ej: general Douglas MacArthur, George Patton, Charles DeGeulle...
De la misma manera los reyes, reinas, campeones atléticos, médicos famosos...tienden a volverse más egocéntricos según aumenta su rango social.
 
Cuanto más se exalta a una persona, más "derecho" creerá tener para revelar sus exigencias infantiles.
En la última entrada se hablaba de la autoestima, no quiero que confundamos términos. La estima de un niño tiene que estar en sentirse valioso para sus padres, sentirse amado. No significa que sus padres y sus seres queridos le digan que todo lo que hace es perfecto, que todo lo hace bien. 
 
¿No tenemos en nuestra sociedad un terrible problema con nuestros adolescentes rebeldes? ¿Creéis que de verdad llega una edad en la que los adolescentes se vuelven incontrolables e imposibles? Esto no es así. Con mis propios ojos he visto adolescentes íntegros, sumisos y que respetan a sus autoridades. Cierto es que esto no abunda hoy en día, en absoluto, pero es por eso que debemos tomarnos tan enserio el tema de educar, disciplinar y corrregir a nuestros pequeños antes de que sea demasiado tarde. 
 
Al corregir  o castigar a tu hijo, le está lanzando el siguiente mensaje: "Me importas, te amo y no voy a dejarte que hagas lo que quieras en todo momento, porque no es bueno para ti"
Cuando no corriges ni enseñas a tis hijos le transmites lo contrario: "No me importas, me da igual, haz lo que quieras, diviértete".
En un principio parece que el niño está más contento cuando sus padres no le corrigen y es feliz. Bien, con el tiempo al niño le llegará dicho mensaje de "No les importo a mis padres y no les importa lo que haga, ni dónde esté."
 
 
 
El niño que es disciplinado, crecerá seguro de que es importante para sus padres, que no les es indiferente su vida.
Es verdad, ¿Qué niño no se enfada cuando es castigado? en el momento es una situación amarga, pero es importantísimo hacerlo.
Si nuestros hijos enferman, ¿No les damos la medicina que necesitan aunque esta sea amarga? ¿Esque acaso "porque, el/la pobrecito/a no lo pase mal con el sabor tan malo de este jarabe" no se lo damos?
Entonces dejaríamos deliberadamente que nuestro hijo empeorara y en otros casos que hasta muriera. 
No nos desanimemos, el esfuerzo que supone todo esto, al final da su fruto.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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